jueves, 23 de julio de 2009
DEJAR ATRÁS EL ESTATISMO.
El hombre debe comprender que nada realmente es sino que todo cambia constantemente. Nada permanece inmóvil. Todo nace, crece y muere. En el mismo instante en que algo alcanza su pico máximo, empieza a declinar. La ley del ritmo esta en continuo funcionamiento. No existe la realidad. Nada posee una propiedad de duración ni substancialidad. Lo único que permanece es el cambio. El hombre debe comprender que todas las cosas son producto de la evolución de otras, una incesante acción o reacción, un construir o un derribar, creación o destrucción, nacimiento, crecimiento y muerte. Nada es real, y nada subsiste excepto el cambio.
miércoles, 22 de julio de 2009
"Sin embargo, de algún modo estamos todos un poco locos .. Todo el mundo en el fondo se siente solo e implora que lo comprendan, pero jamás podemos comprender cabalmente a otra persona, y siempre somos en parte extraños para los seres que nos aman .. Los crueles son los débiles; la bondad sólo puede esperarse de los fuertes.. Los que no conocen el temor son realmente valientes, porque el coraje es la capacidad para enfrentar lo que se puede imaginar .. Es posible entender más a nuestros semejantes si los miramos (por grandes o importantes que sean) como si fueran niños. La mayoría de nosotros nunca madura; simplemente crece en estatura .. La felicidad se obtiene cuando amplicamos nuestra mente y nuestro corazón hasta alcanzar los sietios más lejanos que podamos alcanzar .. El objeto de la vida es importarle a alguien, representar algo. Que exista alguna direfencia por el hecho de haberla vivido."
(Vivir, amar y aprender)
(Vivir, amar y aprender)
miércoles, 1 de julio de 2009
Me da lo que necesito: un llamado, un mensaje de texto, más palabras sin sentido o una patada en los testículos, en caso de que tuviera un par ¿Lo que necesito? Me da lo que quiere darme, sabiendo que voy a aceptar cualquier limosna que venga del rey que le hice creer que es. Y entonces desaparece, y lo necesito y no está, y no vuelve. Necesito y la abstinencia de nuevo y la electricidad y me duermo.
Mi subjetividad y mi imaginación habían hecho un pacto diabólico para volverme completamente loca. Necesitaba verlo nuevamente, pero cumo una droga: por el momento estaba satisfecha, no quería pedir más, no quería una sobredosis (ni pecar de gula, en todo caso) Eso es él: una droga. Necesito, me da. Necesito, no está.
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