jueves, 23 de julio de 2009

DEJAR ATRÁS EL ESTATISMO.

El hombre debe comprender que nada realmente es sino que todo cambia constantemente. Nada permanece inmóvil. Todo nace, crece y muere. En el mismo instante en que algo alcanza su pico máximo, empieza a declinar. La ley del ritmo esta en continuo funcionamiento. No existe la realidad. Nada posee una propiedad de duración ni substancialidad. Lo único que permanece es el cambio. El hombre debe comprender que todas las cosas son producto de la evolución de otras, una incesante acción o reacción, un construir o un derribar, creación o destrucción, nacimiento, crecimiento y muerte. Nada es real, y nada subsiste excepto el cambio.

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