Yo te mandaba las señales que se me ocurrían. Tú nunca las entendias, no escuchabas bien. Un día me cansé, y claro está, que te dejé; no me hacías caso, entonces ¿para qué? Estoy tan cansada de las canciones de amor, siempre hablan de un final feliz. Bien sabemos que la vida nunca funciona así. Habría hecho todo, pero tú nunca entendiste nada; nada de nada. La vida siempre tiene que seguir, aunque mi corazón se parta y no quede nada.
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